Die Gedanken Sind Frei (Los pensamientos son libres) es una canción alemana que habla de la imposibilidad de acallar la libertad del pensamiento. Aún en los momentos más oscuros, si conseguimos mantenerla viva en nosotros, tarde o temprano florecerá. Las primeras versiones se remontan a la Edad Media, Walther von der Vogelweide (1170-1230). La versión actual está basada en la que hizo Hoffmann von Fallersleben en 1842.
Sophie Scholl by monsteroftheid
En el siglo XIX la canción fue cantada después de los Decretos de Karlsbad, por los estudiantes alemanes que reclamaban libertad académica y libertad de expresión.
En 1942 fue encarcelado el padre de Sophie Scholl por criticar el régimen Nazi. Por las tardes Sophie Scholl tocaba la melodía de la canción en la flauta cerca de las murallas de la prisión para que su padre la escuchara.
Hoy en día se escucha sobre todo en las manifestaciones contra la censura y vigilancia estatal.
Los pensamientos son libres
¿Quién puede adivinarlos? Pasan volando como sombras nocturnas. Ningún hombre puede conocerlos, ningún cazador puede dispararlos con pólvora o plomo:
¡Los pensamientos son libres!
Pienso lo que quiero y eso me hace feliz. Todo en silencio, tal como se me ocurran. Mis deseos y mis necesidades nadie puede negarlos, lo que queda así:
¡Los pensamientos son libres!
Y aunque me encierren en el calabozo más oscuro, todo eso es inútil. Porque mis pensamientos echan abajo en pedazos las barreras y murallas:
¡Los pensamientos son libres!
Por eso quiero dejar para siempre las preocupaciones y no quiero jamás agobiarme por los grilletes mortificantes. Uno ya puede dentro de su corazón reír y bromear mientras piensa:
¡Los pensamientos son libres!
Amo el vino y sobre todo a mi chica, ella es la que más me gusta. No estoy solo, tomando mi copa de vino mi chica está conmigo:
¡Los pensamientos son libres!
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